INTRODUCCIÓN

El Aledo es una variedad cultivada principalmente en Alicante, en el valle del vinolopó, donde se cultiva en espaldera y se embolsan los racimos para favorecer el color, conservándose hasta Navidad. Los racimos son grandes y sueltos, de pedúnculos y pedicelos largos. El grano es elipsoidal, de color amarillo-verdoso. Piel gruesa y crujiente. Pulpa blanda. La maduración es tardía, desde finales de octubre hasta diciembre.

El embolsado es una técnica manual y artesanal que se realiza únicamente en la zona de Vinalopó. Consiste en cubrir con bolsas de papel los mejores racimos hasta el momento de la recolección para protegerlos de agentes externos como animales, fitosanitarios, granizo, lluvia, viento etc… Las primeras referencias de uso del embolsado son de 1919, cuando para prevenir la plaga que estaba asolando las vides en toda España, un agricultor de Novelda comenzó a cubrir los racimos con papel. Poco tiempo después, en estas mismas tierras alicantinas, se inició la tradición de comer las doce uvas en fin de año para aprovechar una cosecha abundante de este tipo de uva.

 

PROPIEDADES Y BENEFICIOS DE LA UVA

La uva es un alimento muy saludable que debería estar en todas nuestras dietas. Para empezar, a muchos os interesará conocer su alto poder antioxidante.

Las uvas contienen flavonoides, taninos y polifenoles, que ayudan a nuestro sistema inmunitario.

Algunos de estos elementos se encuentran concentrados en semillas y piel, por lo que es recomendable comer el grano de uva entero. Así, favorecemos nuestro corazón y evitamos problemas cardíacos.

Este fruto también es recomendado para personas que sufren de estreñimiento. La uva contiene un 1% de fibra natural, así que su consumo ayuda a regular nuestra flora intestinal.

Como hemos dicho antes, precisamente es en la piel y en las semillas donde encontramos mayor fuente de sustancias beneficiosas. Para quienes padecen de insuficiencia renal, la uva es un poderoso aliado, pues tiene cualidades desintoxicantes para el hígado. Además, nos ayuda a eliminar el ácido úrico y, por tanto, a prevenir enfermedades como la gota o la artritis. Esto se debe a que sus ácidos orgánicos consiguen alcalinizar la sangre de nuestro cuerpo.

Por supuesto, no podemos dejar de hablar de sus vitaminas. La uva destaca con su contenido en vitamina A. También encontramos vitamina C y B1, B2, B3 y B6. Además, es fuente de ácido fólico. Y, si nos centramos en los minerales que contiene esta sabrosa fruta, podemos destacar el fósforo, ideal para luchar contra la fatiga; el calcio, que previene la osteoporosis o el potasio. Hierro, magnesio, manganeso y cobre también se encuentran entre sus nutrientes.